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(*) Guillermo Iglesias, el King Kong de Moreno
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hay las patadas y las espinas, paladas y las pardas, hay peladas y peludas, pelados y pelucas... sí, gatos también, qué va! los olvidos y las carretas, los teléfonos caídos en el colectivo. hay barbudos y beodos, patatas y bellotas, hay mares de aridez y pan oreado: querés? hay heladeras y heladeros que sudan la gota gorda, gordas que sacan buenas notas y patines, bicicletas, kayak, barcos
hay canales panameños y novelas de las siete, caramelos media hora y media hora de caramelos que ojalá duraran más; hay paciencia /no acá/ y medias rotas que usamos para colar café; hay que afeitarse seguido para no ser tanto templo, hay macedonios y más hediondos, y maestros recordados o maestras todas feas
hay anteojos horribles y las espadas del texto, letras chicas en contratos que te rompen bien las medias como si fueran arena; hay de cal también, y de cemento, pero por lo general hay que atarlo con alambre para que no se vaya o porque dura poco o por falta de biyuya.
hay kamikazes y cazadores, casatas y camisetas, canastas y canoplas, casimires y casimiros que viven en el noveno b, por azar el casero es tío del portero, cuya hermana hace pan casero... querés? total todo queda en familia. hay noches como esta, por ejemplo, y ejemplos que enseña la noche; hay coches, cachos, cachavachas, cachiporras querandíes que sonaban de bonito...!
hay que irse, hay que quedarse, ay que fulera es tu suegra, ay que fulgor que marea, hay que hacer como si nada, pero haciendo siempre el bien, hay que pagar los impuestos y hay que imponer en los pagos que hay que descongelar la heladera donde hay huevos duros... querés?
hay que tender bien la cama y lavar el baño el sábado, hay que comprar detergente y detenerse en la gente que se baña, sobre todo los sábados
ay que locura que tengo: qué lo cura? los curas... querés?
hay que hacer mucho ejercicio y alimentarse más sano, hay noches como esta que se encuentra gente como vos
hay que besarse más... querés?
hay que desyunar como rey y tomar mate todo el día: y no hay yerba... querés...?
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4 comentarios:
No me opongo, a la fin y a la postre y a la cuesta, hay que besarse más, proclamo desde la ventanilla del avión, desde la ventana empañada, sin mate ni hierbabuena o mala.
Los curas procuran una locura apestosa, aliento a sacristía, café con leche en el confesionario, quita quita.
Hay, admito, patadas a paladas, incluso peludas !pelotudas! en la letra pequeña, panzuda de los contratos, fuera, ni hablar.
Me encanta, sin embargo, para variar, en el baño diario, bajo la cebolla de la ducha, inventar un himno a la planta de los pies, como los de abajo, ¿por qué no? Una canción a la nuca del nacimiento del cuero cabelludo, un poema al ombligo menudo y tenso, eso si.
Jajaja, me ha encantado, abrazote, Ale.
Natàliaaaaa jajajaaaa sí sí, algo así, ésa es la idea. Beso!
Abrazote Mimí! Tanto tiempo!
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