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domingo, 28 de noviembre de 2010

u n d o n e

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en una taza duermen
hectáreas de tanta sangre
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oniromancia en la borra de té
este domingo

oniromancia enredando el pelo del amanecer
borra dibujadora de rupestres arpegios
en el té que supo a cielo
bebido mirando el suelo


cielo que huele a té,
el que me deja esta borra
donde leer líneas imprecisamente
ahoraquelaluz...


oniromancia en el vapor donde danza la guerrera
antes de evanescerse y entrar por la nariz
ahoraquelaluz...


por la ventana un fulgor de pájaros
apenas
decide despertar al mundo este domingo
recién bañado

este domingo oniromántico puertas adentro
ahoraquelaluz...


pero antes
antes que la luz explotara el génesis de este domingo
las manos eran las que soñaban llenarse
de hebras vivas goteando
acá en mi cara


y todavía antes de que la luz 
supusiera algo soñable, asequible
íbamos mirando el suelo
vos allá, yo acá


como si nadie más pisara el laberinto




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Cadáver X (*)

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claroscuritancias:
los enseres del ritual brillan
como si se hubieran tragado la luna
/grafito infame, 1,99/
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(*) Con Marina Cecilia Kohon
http://poemasenlabahiasalitrosa.blogspot.com/
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X


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la opción era ir por ir

/por ahí/

entre la roca y la arena

una fina lámina dorando el instantesiglo



y amarrar el fagot

desechar la tabla rasa

quedarnos sólo con la música

obsedidos danzando cromáticos de odas



amarrar a cubierta

tu plumífera maquinaria de piel

prestarle sones al albor perfumoso



quedar oyendo en puerto de palos

el cedro luengo, la cruda, las danzas del eco

calentar los ojos



venas entregadas y sellar las pieles



/juntos/

bajo los cedros

proseguir la danza

/solos/



y al final del cielo

amarrar las notas

que desvisten tu paladar



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Cadáver IX (*)

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anagramas epicentro del calor visual
una gubia grata que los viaja
circundorsalmente
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                                                                              (*) Con Marina Cecilia Kohon
                                                               http://poemasenlabahiasalitrosa.blogspot.com/
.
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   por la ventana lo verde
                                                                                                                    y algún celeste
                                                                                                                        del ojo al vagón, futuro barco
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IX


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hasta los límites

de todo el espacio ronco

y la vena azul marcada así



todo el tiempo que nos lleve

recoger los pedazos del ángel caído

separar las esquirlas de la sangre viva



toda la luz que pueda caber ilesa

en las cuencas del costado

o lo que cueste irse



o quedarse

hasta los límites

de esta lámina dorada

atravesándonos

lo que nos lleve.


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Cadáver VIII (*)

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traer sonidos a cuestas
desde tenues ecos
nada más

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        (*) Con Marina Cecilia Kohon
   http://poemasenlabahiasalitrosa.blogspot.com/
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                                                                          respirar allí
                                                                                                        difícil cosa
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/VIII/
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sobre el cóncavo pretil de la costa este

extiende, escucha, espera el aire

intenta ver más allá de lo póstumo

sin saber de dónde viene esa música



alarga su mano el oído

trata-asir la fina ondulación

del movimiento

el rumor tibio

de un ángel en la lejanía



agita mástiles de días despeinados

y se prende de las piedras niqueladas

que montan guardia en las costas de salitre



la voz junto al palmar se sueña

deja que el estero la arrodille

/mientras/

el oído sigue atento al arpegio de humo

de esa costa lejana.


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Silomad, el barquero a pie

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andrajos del festín aún encandilan
el desperfume respirado
vos allá, yo acá
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    sigo pasando a llenarme los ojos de vados y de verdes... viste? esa pulsión que aparentemente inmune delinque y nos destella, nos agosta, nos arrastra, deja magullones y nos viste de verdes y de vados

    sigo pasando, voy en un viaje eternamente de ida; los zapatos cambian pero la voz no, alguna veta la chanflea apenas cada tanto, pero es la misma: en lo seco, en las aguas, en las marismas; la única diferencia es la marca de las huellas, porque también hay zapatos, apretones y desnudeces, qué se yo...

    lo que importa es seguir andando, aunque


      still around-not-sounding-stuff
               suddenly hit by a hidden
                                             heat

          over the lines, straight spread out cottons
              high wave in feathers that
                     make eyes keep closed

        disaster gone in hair-tasted smiles
             red disaster overwhelmed
                      against a sixth finger

         
                                                                      después de todo no quede nada más que el hálito intangible de una sola noche larga que dura siglos y tal vez,


         me oscuro pero sigo, barbado de veranos bronce y quintaesencia, a través de una costa que se desnuda a lo largo de la noche dura; no vale levantar la vista, es en vano, ya saber lo que se verá, sabiendo que lo gráfico catapulta otras cosas, otros contornos; o decir que lo que se ve es increíble porque no remite a lo que desborda dentro: ese estrépito diseminando fulgores filosos hasta la médula...

          porque entonces mejor:



                      keep going ahead
                      with no sight or leather
                      to cover fish fear-flesh

                      someone´s gonna see
                         the heartbeat feet line
                            across the shore

                             -  always late   -

                               as it is round here
                 beside the unsounding-stuff

                     suddenly hit by a hidden
                                      awaked heat


         y así por la costa de seguir, yendo a lo largo de las orillas, recordando verdes venosos y un calor colgante, invisible como capa, se divierte borrando las huellas que los pies dejaban, cuando todavía no era del todo tarde

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sábado, 27 de noviembre de 2010

it002

.    .            .               ..         .....     .    .       .    .  . . .       .       ....   . .    ...
 ..     .    .   .       . ...    . . .     . . .   . . .      . . .   ...            ......   . . . . .   ....
.... . ... .. . .     .     . . . . . . . . . .      . . .. .    ....   .    . . . .    .. .     . .   . . . .
.       ... . . .    ...    . . .          .           .               .         . .. . .     . . . 

          desde el sábado llueve, 
                     se asoma el domingo  
     y  todavía llueve,

llueve sin parar


da para dormirdormirdormir...


o para salir bajo la lluvia

a bailar tregua y a bailar catala

..   ..       .    . . .    . . .   
    . . .   . . . .. . . .   . . . . .. . ...............    . . .   . .
...   . . . .         . . . .       ...  . . . . ..
,,   . . .      ,  . , , .     , . .   
. . .  ..,,,   , , ,, ,, , ,    ,,,,,,,,,,
                                        ,
                                        ,
                                        ,

it001

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.  

          

                I wish I could

               at least for once

   ...order this chaos...

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domingo, 21 de noviembre de 2010

q 40

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estación curva silencio

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añejar licores de esta lengua en el recuerdo


para que el día siete abra tus cortinas


y que allí sientas desorbitante


viendo tu tercer ojo


despertar

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azulejo.uno


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Caín, engañado, arquetipo de Edipo Hierofante 
más sólo y lúcido día a día: el espanto mismo
expulsado para siempre

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el animal emerge del fondo del útero, oxida sus retinas, sus pulmones, vuelve a cero su prememoria y comienza el ciclo de las Tríadas...

no lo sabe ni le importa, ni idea tiene de que el proceso de algunos minutos equivale a lustros interestelares del que algunos conservan cicatrices, mientras la mayoría pierde esas marcas de nacimiento...

el animal emerge y está al otro extremo del orgasmo primigenio, a años luz de cerrarse, eslabón de su propio orgasmo, quizá inalcanzable

alguna vez estará en la arena, en lo oscuro, el frío como esqueletos que lo encienden a su verdadera condición, soledad; un par de ramas, la noche bronca, algo similar a vida llena de muerte le desgarrará el pecho para que no quede dónde ir, a quién llamar...

pero ahora emerge y una lentitud pasmosa, desorbitante, le graba cada instante para que cuando en la arena se encuentre fieramente fiera, cara a cara con sí mismo, nada total hociqueándole las facciones en las suyas, sal entalcando el paladar, ahí sí: niño, huella, archipiélago enhebrado, un millón de escamas, parición extinta hasta los adentros del animal que emerge de su propio útero y se extraña, se espeja, duda, flotado al vacío... y llora

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en "The Rozz"

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BA sábado 13/11-2010
como no había llevado nada nuevo y había dormido todo el viaje... salió ésto, ya en el bar;
en teoría tenía que ser poesía erótica, no sé si habrá cumplido con las características
pero se incluyó en lo leído esa noche. Gracias a Patricia Ortiz, Liliana Varela,
Elizabet Cincotta y Karina Sacerdote por la agradable velada
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en una mesita ratona, evocar la maratón de ratones desde el recuerdo, por la pluma, al papel...
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estás hecha para la tarima

para la metralla

para estrellarte tantas veces

como nos dure estar encima



para la parva

para la parca breve de cigarras

que destilan de la siesta las mejores caderas

costa saliva, uña, saña



estás hecha para la turba

para sonar barítona

tu garganta dentro de mis tímpanos




para marca roja en la puerta llena de flores

ileso aviso de ilusión entre piernas perfumadas

y labios perfumados que mojan la cara

con la miel que amo olerme en los dedos

de abeja perfumada



revolcarme en el subsuelo de tu lengua

y que tu espuma y tu ruido

se escondan en mi nariz

como acabo de guardarme

en el revés de tu ombligo

 
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intuís

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B:
a la magia del Parque se la heredaron los Chanás
residentes originarios de estas tierras
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hay algo en el agua, en el aire, en la luz ladeada del atardecer
que hace que las cosas cobren ese encanto que se ata a los
corazones de los transeúntes; un halo póstumo tiñe la piel de
cobre y cuerdas, con barro y madera volvemos a las plumas,
a los pájaros que no dejan de ser los mismos a través de siglos 
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mientras se va lo último del aire que quedaba

el pie deja una marca en lo rojo apenas

y entonces: verse

sentirse

irse



sentir sed

la nariz hiperestimulada

esa picazón



y una esquirla de brillo a los costados del ojo

nos mira desde arriba

como si no fuéramos nosotros

los que nacemos

estos colores



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q 39

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amanecer no sólo cuando sale el sol
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que la costumbre de ser luz,

de llenarse los ojos de ventanas

y explotar en colores los perfumes

del paisaje encarnado,

siga desnudándose en tus ojos

 
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q 38

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a la hora exacta: campanas, puras alas
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y ella esquilaba la madrugada
mientras afuera, en la ciudad, llovían ganas

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por palabras para parar la parca

y pulsiones particulares

privadas de presencia,

palpitan en mis púlpitos

tus plegarias

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martes, 16 de noviembre de 2010

Popolú

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asonando a truenos por los pasillos
de la rueca, espina laberíntica
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el vidrio sangra luz
esconde perfume vano
del otro lado de las puertas


curva ilesa: vapor quema aire en medio
cae y roza un mutismo dentro
entre intentos colorados
crepuscular morando
las moradas


borra y saña perpendicular
tendón dentado
un opaco tacha ideografías de horóscopo chino
en los almanaques de piel
que se arrugan…


para sembrar payasos en las sienes de los tréboles
hasta que se nos salten todos por los ojos
y te crezcan jacintos en el cuello


hasta que crezcan sabiendo ignorar


porque iban por los prados con los ojos llenos
y en los pómulos pinturas
de perfumes


por ahí

olvidados

perdidos

olor a búfalo
despegando anillos cegadores
desde pinares

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domingo, 14 de noviembre de 2010

q 37

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estancia naufragio adrede
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silencio, los zapatos al aire en la oscuridad

luego de tirar los bolsos y la ropa

este espejo callando piedras

tus pies y tu piel polar

que del otro lado…



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q 36

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promesas infundadas que duermen duermen duermen
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sanarse


sana, santa


a sanar la saña


y soplar las heridas


que vierten tantas flores

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atisbo

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recuento infame...
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... se quedaba despierto hasta llegar a esa cuadra para rozar la aparición, /o parición/ hacía el esfuerzo supremo de durar hasta lo indecible sin dormirse y se acordaba de cuando ojeaba fotos de posibles viajes porque la situación era parecida: /vidrios, colores, algo lejos y rápido que aunque siguiera dentro, no alcanzaba a tocarse/ media hora de espera sentado entre el ajetreo extraño y soslayado; todo pasando pasando y pasando, pasando rápido sin dejarse ser tocado.


y después la lectura instantánea, procesar en vilo cataratas, una resonancia magnética sin aparatos a las pelusas plumíferas que nievan y respiran ancestrales trances del aire; algo como un silencio sólido percutando opresiones en los tímpanos, el zumbido póstumo del desastre, el límpido agotado de vacío, más blanco que nunca.


atisbos de veras, de penas, de tinteros arrumbados contra la esquina del escritorio, de mechas picantes en los hombros a la luz de un domingo que tiene la boca estirada, abierta más allá de lo posible, entonces no se le entiende nada lo que dice, no sé si de risa, de dolor o de sueño


atisbo de venas, de remos, de resmas desnudas hasta el desquicio, el perfume oscuro que abre su humedad al sereno de la noche anterior a la primera, el temblor de hombros con su vapor tibio, la exhudación ampulosa sin fronteras, la palabra carbonizando el hueso, ese filo


los carteles se apagan y recién entonces despierta para darse cuenta


los carteles de litio esfumado y ya es tarde, el reloj ya derretido con apenas una última gota en la muñeca, rastro de migas metálicas que deberá masticar como un mendigo, como una ostra, como el tedio; ninguna foto de viaje ojeada antes, ningún recuento... pobre, inasible atisbo de las rondas hasta que las fotos, los carteles y las escamas metálicas salgan del laberinto o humeen alguna clase de mensaje para las puertas cerradas...


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luces

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despertarse un día y ser de mármol
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... tiritar redondamente electricidad de adentro, electrivivicidad, arpegios de la ciudad inexistente con nombre de mujer y olor a pierna; sóla entre las cuerdas sin abrigo, sin trucos, sin música pero abstraída de cadencia: tacos, pañuelos, el cuello tapado y hombros al aire, picada por algo


los colofones, las estridencias, un papel que deja caer en la vereda opuesta a las luces de la ciudad enmascarada y un agua que sabrá llevarlo al sitio apropiado


luces, los recuerdos sonoros de su luz azul, los planos mojados de la ciudad en el piso del baño, tirados junto a su ropa

luces, contornos arbitrarios de piel erizada, transpariencias desquiciadas y vasos vacíos con ojos abiertos y desnudos dentro, tequila visual o algo así desde lo líquido a través del vidrio, que baja por el pecho y centra todas las condenas alineadas, atadas al espinel, a la caña tensa al límite, colgando en el ojal la vista parca, listas de muertes prontas y prestas


abrir el buzón y que los papeles gasten su deliquio, manchen las manos con cielo y sol, o soledades; ser buzo en el mar de los Sargazos, en Saratoga, en Ilios, Delfos o tus caderas, que es lo mismo

y el barco se iba pero me llevaba en su madera, en sus velas, en esta estela de espuma que recordaba otros mares y peores timones, era una crescencia cenital, una alucinación de la ribera impar pasiva a la que le llegaban los azotes del madero central, estación verdosa de cerezo, y una semilla apenas en una hoja de diario viejo para la nueva dermis del ocaso

"ves las luces?" dice, ahí fundaremos las raíces


"ves las luces aquellas lejos?" susurra mirando a los costados, por miedo a que se esfumen, se espanten o se burle la tripulación fantasma omnipresente

no, pero las he soñado, y no son esas

sí lo son!

pero entonces...


entonces qué?

entonces: las luces, que ya andaban dentro

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Ok7u8r3/7

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descascarar el verdor acorde, bautismal
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caléndulas de las tripas de marzo paren crías borravinas, la princesa esconde la cara entre las sábanas de lino y es marzo

es marzo

marzo y la princesa, octópodo de octubre atando su cresta al ombligo de marzo

es marzo y la princesa acaba de dorarse bajo dos soles negros que la paren mientras pare

es el final, la vuelta de página, un principio nuevo de lo mismo viejo, el otro lado, el extremo opuesto del hilo que deja bailando su carretel en el tablero de mosaicos blancos y negros cuando la noche ha gastado más de la cuenta sus arenas

algo como un vivo cable de carne entregando sus rubores al marzo recién nacido de golpe en las fogatas de octubre

esta pulsión intrínseca que ni siquiera late adrede, desde la médula a los labios aceitando electricidades
es marzo

un cangrejo ovando en el camino de hormigas del mañana subterráneo, la locura de piel suave que sueña su pasado como si futuros propios la enajenaran, madre octópoda de octubre amamantando su furor, lavando los piececitos débiles contra el vientre de marzo, encuadrado con piedras del parque en blanco y negro

es marzo y algo se despierta extrapolado en las concavidades moradas de la hija de marzo

un tableteo triste de cuerdas guerreras, marzo musical sediento, desierto, falto de maná, salitrosidades, sedición de marzo que estalla en octubre
caléndulas preñadas de las sábanas de lino: este marzo de princesa entre las piedras, altar orejano, un octubre no deseado que sin embargo...


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jueves, 11 de noviembre de 2010

q 35

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por lo líquido una preforma de madera


con arabescos cadencia marcha;


vuelve, sale, flota, se moja


y mancha adentros:


/ahora mismo/


mis dedos


y vos


 
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