
“El mamarracho” como le decía Julia con sus siete inocentes años cada vez que entraba y se apuraba a taparlo con un trapo, dominaba despacho de su abuelo desde la cima del mueble de caoba que había pasado de un primogénito a otro durante seis generaciones en la familia, junto con esa criatura.
Un mamarracho que sin embargo parecía tener su mismo pelo pero trescientos años antes; “los únicos dos con pelo azabache entre los Schenfeld”, pensaba Julia. Encima ahora hasta el flequillo que se le había ocurrido dejarle a su madre. Miles de historias se tejían sobre esa esfinge entre asquerosa y simpática de casi medio metro de alto, mezcla de Alf y gallo viejo, de víbora acuática y lombriz enorme. De pequeños se acostumbraron a esa presencia magnética y a la vez espantosa.
De hecho tuvieron que sacarla del almacén y dejarla allí cansados de la constante cháchara de vecinos, si era de día, y los parroquianos noctámbulos, que no se aburrían de adjudicarle estigmas de mala suerte. De alguna manera se las arreglaban siempre para conectar muertes y catástrofes naturales a ese papagayo deforme y ajado. Las versiones de su origen eran un poblado abanico desde animal mitológico y con poderes mágicos, hasta broma de un tío abuelo lejano, taxidermista, demasiado dado al alcohol.
Pocos sabían –o se hacían los distraídos- que don Jaime se encerraba cada tanto allí, pero no pensaban que fuera nada raro… y menos que esa cosa tuviera algo que ver en los encierros que en el último año se multiplicaban, algunos opinaban que incluso extraños ruidos, y Don Jaime no era de hacerse notar donde anduviera.
En verano Julia madrugaba y buscaba a su abuelo en el despacho, charlaban o reían un buen rato, después lo acompañaba hasta su cama y ayudaba con el desayuno. Así siempre, todo el verano, menos ese martes cuando encontraron a Don Jaime lívido y duro, las manos llenas de pelo negro, el mamarracho enfrente y más allá Julia, inmóvil y eternamente muda, como si su lengua hubiera muerto con su abuelo.
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6 comentarios:
Como la mejor historia de Poe. Me encantó. Tuve que esperar a que se me bajaran los pelitos antes de escribir.
Excelente relato.
Besitos.
Esto del suspenso se te da bien ¿no?...ayyy...yo sigo pensando que es eso ..."mamarracho" y luego esa foto....bufff...vaya forma de abrir el mes!,esperame que te alcanzo!!!...
Gracias Veru!!! Ojalá la décima parte de Poe, algún día! Jajajajaaaaa
Magiii: es la foto de un ácaro microscópico
Me recordaste al Schistosoma en plena búsqueda de alimento reptando y permanente en los placeres interiores de la habitabilidad
Néctares
por dios donde narices has sacado eso tan feo?? vaya foto!!! si te dijera a lo que me recuerda jejejejej
desde luego dominas a la perfeccion todas la tecnicas literarias jajajaj maestro
te dejo mi mamarracho jajajaja petons muassssssssssssssss
te lo vuelvo a reiterar compañerito..buenísimo el realto!! quién te habrá dado la idea?? jaja seguí en ese camino!!
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