sones de un elemento hechizo de madera y animal, sedimentos encontrados a la vera del camino una noche negra o aquella tarde naranja;
cuerdas o aire, la parición airosa de una nota lerda y partida al medio, leyendo destinos en las líneas de una frente ajada y magestuosa mientras el viento descorre las cortinas de tu pelo, y no se sabe si brilla más o menos que las lágrimas cuesta abajo....
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